Qué hacer en Roma: Guía turística, qué ver y dónde ir

Coliseo de Roma

El Coliseo de Roma es el símbolo más icónico de la capital italiana y una de las siete maravillas del mundo moderno. Este majestuoso anfiteatro, construido en el siglo I d.C., fue el escenario de gladiadores, batallas navales y espectáculos públicos que fascinaban a miles de espectadores en la Antigua Roma.

Con capacidad para más de 50.000 personas, el Coliseo era el corazón del entretenimiento del Imperio Romano. Su impresionante estructura de piedra y mármol aún se mantiene en pie, permitiendo a los visitantes recorrer sus gradas, pasillos y la arena donde los gladiadores combatían.

Hoy en día, el Coliseo de Roma es una de las atracciones más visitadas del mundo. Se recomienda comprar las entradas con antelación para evitar largas colas. También es posible realizar visitas guiadas para descubrir los secretos de su construcción, los túneles subterráneos donde esperaban los gladiadores y la historia de este icónico monumento.

Si hay un lugar que transporta a los viajeros a la grandeza del Imperio Romano, sin duda es el Coliseo de Roma, un destino imprescindible para cualquier visitante de la Ciudad Eterna.

Panteón de Roma

El Panteón de Roma es una de las obras maestras mejor conservadas de la Antigua Roma, una construcción imponente que ha desafiado el paso del tiempo durante casi 2.000 años.

Originalmente construido como templo dedicado a todos los dioses, el Panteón es hoy una iglesia que alberga las tumbas de figuras históricas como el pintor Rafael y los reyes de Italia. Su característica más impresionante es su cúpula de 43 metros de diámetro, la más grande del mundo hecha en hormigón sin refuerzos, con un óculo central que deja entrar la luz natural y crea un ambiente místico en su interior.

Ubicado en la animada Piazza della Rotonda, el Panteón es un lugar ideal para una visita cultural y para disfrutar de la arquitectura romana en su máxima expresión. Además, su acceso es muy económico, lo que lo convierte en una de las atracciones más accesibles de Roma.

Sin duda, el Panteón de Roma es una parada obligada para los amantes de la historia y la arquitectura, un testimonio de la grandiosidad del Imperio Romano que sigue sorprendiendo a quienes lo visitan.

Fontana di Trevi

La Fontana di Trevi es una de las fuentes más famosas y espectaculares del mundo, un símbolo de la belleza y el romanticismo de Roma.

Construida en el siglo XVIII, esta fuente de estilo barroco representa a Neptuno, el dios del mar, rodeado de criaturas marinas y corceles que emergen del agua. Su majestuosidad y la claridad de sus aguas la convierten en un lugar imprescindible para los visitantes de la ciudad.

Una de las tradiciones más populares es lanzar una moneda al agua de espaldas a la fuente, lo que, según la leyenda, asegura el regreso a Roma. Este ritual ha hecho de la Fontana di Trevi un lugar mágico y especial para turistas de todo el mundo.

Ubicada en el corazón de la ciudad, la Fontana di Trevi es un punto ideal para hacer una pausa y admirar la arquitectura romana. Además, la zona está rodeada de cafeterías y heladerías donde se puede disfrutar de un auténtico gelato italiano mientras se contempla este impresionante monumento.

Foro Romano

El Foro Romano es el corazón de la Antigua Roma, el lugar donde se desarrollaba la vida política, social y comercial del Imperio. Este sitio arqueológico es un auténtico museo al aire libre, repleto de templos, basílicas y columnas que transportan a los visitantes a la época de los césares y senadores.

Entre sus monumentos más emblemáticos se encuentran el Templo de Saturno, el Arco de Tito y la Basílica de Majencio y Constantino. También se pueden ver las ruinas de la Vía Sacra, la calle principal del foro, por donde desfilaban los generales victoriosos en sus procesiones triunfales.

Para comprender mejor la importancia del Foro Romano, se recomienda una visita guiada o un recorrido con audioguía. Además, la entrada suele incluir acceso al Palatino, la colina donde residían los emperadores y desde donde se obtienen vistas panorámicas del foro y del Coliseo.

Este lugar es imprescindible para quienes desean descubrir la grandeza del Imperio Romano, una auténtica cápsula del tiempo que permite sumergirse en la historia de la Ciudad Eterna.

Basílica de San Pedro

La Basílica de San Pedro es la iglesia más importante del cristianismo, ubicada en el corazón del Vaticano. Su majestuosidad y riqueza artística la convierten en uno de los templos religiosos más impresionantes del mundo.

Construida sobre la tumba de San Pedro, la basílica es un referente del arte renacentista y barroco. Su diseño fue obra de grandes arquitectos como Miguel Ángel, Bramante y Bernini. En su interior se encuentran obras maestras como la Piedad de Miguel Ángel, el baldaquino de Bernini y los impresionantes mosaicos que decoran sus cúpulas y paredes.

Uno de los mayores atractivos de la basílica es la posibilidad de subir a su cúpula, desde donde se puede disfrutar de una de las vistas más impresionantes de Roma y la Plaza de San Pedro.

La entrada a la Basílica de San Pedro es gratuita, aunque se recomienda madrugar para evitar largas colas. Es un lugar imprescindible para quienes visitan el Vaticano, ya sea por motivos religiosos, históricos o arquitectónicos.

Plaza Navona

La Plaza Navona es una de las plazas más hermosas y emblemáticas de Roma, conocida por su impresionante arquitectura, sus fuentes majestuosas y su vibrante ambiente. Construida sobre el antiguo Estadio de Domiciano, mantiene la forma ovalada de su predecesor, lo que le da un carácter único en la ciudad.

El principal atractivo de la Plaza Navona es la Fuente de los Cuatro Ríos, una obra maestra del barroco diseñada por Gian Lorenzo Bernini. Representa a los cuatro grandes ríos del mundo en aquella época: el Danubio, el Ganges, el Nilo y el Río de la Plata, cada uno simbolizando un continente diferente.

Rodeada de edificios históricos, cafés y artistas callejeros, la plaza es un lugar perfecto para disfrutar del ambiente romano mientras se pasea entre sus fuentes y esculturas. También destacan la Fuente del Moro y la Fuente de Neptuno, que completan la belleza de este espacio.

Tanto de día como de noche, la Plaza Navona es un punto imprescindible en cualquier visita a Roma, ideal para disfrutar de un café al aire libre, admirar su arquitectura y dejarse llevar por la energía de esta histórica plaza.

Castillo de Sant’Angelo

El Castillo de Sant’Angelo es una fortaleza con siglos de historia, que ha servido como mausoleo, refugio papal y prisión a lo largo del tiempo. Situado a orillas del río Tíber, cerca del Vaticano, este castillo es un símbolo de la evolución de Roma a lo largo de los siglos.

Construido originalmente como el Mausoleo de Adriano en el siglo II, el castillo fue transformado en una fortaleza durante la Edad Media. A través de un pasadizo secreto llamado Passetto di Borgo, los papas podían huir desde el Vaticano hasta la fortaleza en tiempos de peligro.

Hoy en día, el Castillo de Sant’Angelo es un museo donde los visitantes pueden explorar sus pasillos, salas de armas y terrazas con impresionantes vistas de Roma y la Basílica de San Pedro. En su interior se pueden ver frescos, antiguos salones papales y una colección de armas históricas.

Subir a su terraza al atardecer es una experiencia única, con una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Para los amantes de la historia y la arquitectura, este castillo es una parada obligada en Roma.

Capilla Sixtina

La Capilla Sixtina, ubicada dentro de los Museos Vaticanos, es una de las joyas artísticas más importantes del mundo y una visita imprescindible en Roma.

Famosa por los espectaculares frescos de Miguel Ángel, la capilla alberga dos de sus obras maestras más reconocidas: La Creación de Adán, pintada en la bóveda, y El Juicio Final, en la pared del altar. Estas impresionantes pinturas narran episodios bíblicos con un nivel de detalle y expresividad que han cautivado a millones de visitantes a lo largo de los siglos.

La capilla es también un lugar de gran importancia religiosa, ya que es aquí donde se lleva a cabo el Cónclave, el proceso en el que los cardenales eligen a un nuevo Papa.

Para visitarla, es necesario ingresar a los Museos Vaticanos, por lo que se recomienda reservar entradas con anticipación para evitar largas filas. Además, el acceso a la capilla está sujeto a estrictas normas de vestimenta y silencio, para preservar el carácter sagrado del lugar.

Admirar la Capilla Sixtina es una experiencia única que permite sumergirse en el genio de Miguel Ángel y la grandeza del Renacimiento italiano.

Villa Borghese

El Parque de Villa Borghese es el pulmón verde de Roma, un oasis de tranquilidad en el corazón de la ciudad. Con más de 80 hectáreas de jardines, lagos y esculturas, es el lugar perfecto para pasear, hacer un picnic o simplemente relajarse después de explorar la ciudad.

Dentro del parque se encuentra la famosa Galería Borghese, uno de los museos más importantes de Roma, donde se pueden admirar obras maestras de artistas como Caravaggio, Bernini y Rafael. También alberga el Templo de Esculapio, un pequeño templo rodeado de un lago, ideal para un paseo en barca.

El parque cuenta con carriles para bicicletas y alquiler de patinetes eléctricos, lo que permite recorrerlo de manera cómoda y disfrutar de su belleza paisajística. Además, ofrece miradores con vistas espectaculares de la ciudad, como la Terraza del Pincio, que es especialmente recomendable al atardecer.

Para quienes buscan una experiencia diferente en Roma, el Parque de Villa Borghese es un lugar ideal para disfrutar del arte, la naturaleza y la serenidad en medio del bullicio urbano.

Monumento a Víctor Manuel II

El Monumento a Víctor Manuel II, también conocido como Altare della Patria, es una de las estructuras más impresionantes de Roma. Situado en la Piazza Venezia, este majestuoso edificio blanco de mármol fue construido en honor al primer rey de la Italia unificada.

El monumento alberga la Tumba del Soldado Desconocido, un homenaje a los soldados caídos en la Primera Guerra Mundial, custodiado por una llama eterna y guardias de honor. También se puede acceder a su terraza superior, conocida como Terraza de las Cuadrigas, desde donde se obtienen vistas panorámicas de Roma, incluyendo el Coliseo y el Foro Romano.

Su imponente arquitectura y su simbolismo lo convierten en un punto de referencia dentro de la ciudad. Aunque ha sido objeto de críticas por su estilo monumental, sigue siendo un lugar de gran importancia histórica y cultural en Italia.

Para quienes desean descubrir más sobre la historia de la unificación italiana y disfrutar de una de las mejores vistas de Roma, una visita al Monumento a Víctor Manuel II es imprescindible.

Plaza del Pópolo

La Plaza del Pópolo es una de las plazas más majestuosas de Roma, caracterizada por su amplitud, su simetría y su imponente obelisco egipcio en el centro. Su nombre significa Plaza del Pueblo, y ha sido un punto clave de entrada a la ciudad desde la época romana.

Esta plaza se encuentra flanqueada por las iglesias gemelas de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto, cuya arquitectura barroca crea una armonía visual impresionante. En el extremo norte se ubica la Basílica de Santa Maria del Popolo, una joya del arte renacentista que alberga obras maestras de Caravaggio y Rafael.

Desde la plaza, se puede acceder a la Terraza del Pincio, un mirador desde donde se obtienen algunas de las mejores vistas panorámicas de Roma, especialmente al atardecer.

La Plaza del Pópolo es ideal para pasear, disfrutar del ambiente romano y explorar sus monumentos históricos. Además, su ubicación cercana a la Via del Corso, una de las calles comerciales más importantes de la ciudad, la convierte en un excelente punto de partida para recorrer Roma.

Campo de’ Fiori

El Campo de’ Fiori es una de las plazas más animadas de Roma, famosa por su mercado matutino y su vibrante vida nocturna. Su nombre significa Campo de Flores, y aunque en la antigüedad era una pradera, hoy en día es un punto clave en el centro de la ciudad.

Cada mañana, la plaza se llena de puestos de frutas, verduras, especias, flores y productos locales, lo que la convierte en el lugar perfecto para experimentar la auténtica esencia romana. Aquí se pueden encontrar ingredientes frescos y especialidades italianas como quesos, embutidos y aceites de oliva de alta calidad.

En el centro de la plaza se erige la estatua de Giordano Bruno, un filósofo condenado por la Inquisición y ejecutado en este lugar en 1600. Su presencia recuerda la intensa historia de la ciudad y el valor de la libertad de pensamiento.

Por la noche, el Campo de’ Fiori se transforma en un animado punto de encuentro, con bares y terrazas que atraen tanto a turistas como a locales. Es un lugar ideal para disfrutar de un aperitivo, una copa de vino o una cena al aire libre mientras se siente el auténtico ambiente de Roma.

Museos Capitolinos

Los Museos Capitolinos son una de las instituciones culturales más importantes de Roma y los museos públicos más antiguos del mundo. Fundados en 1471 por el Papa Sixto IV, albergan una impresionante colección de esculturas, pinturas y artefactos históricos.

Ubicados en la Piazza del Campidoglio, diseñada por Miguel Ángel, estos museos cuentan con una de las colecciones más valiosas de la Antigua Roma, incluyendo la icónica estatua de la Loba Capitolina, símbolo de la fundación de la ciudad, y la famosa estatua ecuestre de Marco Aurelio.

Entre sus salas, destacan las esculturas de emperadores romanos, relieves mitológicos y pinturas de artistas como Caravaggio, Rubens y Tiziano. Además, desde la terraza del museo se obtiene una vista espectacular del Foro Romano.

Para los amantes del arte y la historia, una visita a los Museos Capitolinos es una oportunidad única para sumergirse en el legado de Roma y descubrir algunas de las obras más emblemáticas de su historia.

Santa Maria Maggiore

La Basílica de Santa Maria Maggiore es una de las iglesias más importantes y antiguas de Roma, un templo majestuoso que combina influencias del arte paleocristiano, medieval y barroco.

Construida en el siglo V, esta basílica es la única en Roma que ha conservado su estructura original a lo largo de los siglos. Su interior está decorado con mosaicos dorados, frescos renacentistas y un impresionante artesonado dorado, que reflejan la riqueza artística de la época.

Uno de sus mayores atractivos es la Capilla Sixtina, que alberga la tumba del Papa Sixto V, y la Capilla Paulina, donde se encuentra la venerada imagen de la Virgen Salus Populi Romani, una de las más importantes de la cristiandad.

Además, el campanario de la basílica es el más alto de Roma, con más de 75 metros de altura. La Basílica de Santa Maria Maggiore es un lugar de gran significado espiritual y cultural, siendo una de las cuatro basílicas papales de la ciudad y una visita imprescindible para los amantes de la historia y el arte sacro.

Galería Borghese

La Galería Borghese es uno de los museos de arte más prestigiosos de Roma, ubicado dentro del hermoso Parque de Villa Borghese. Este museo alberga una de las colecciones de arte más impresionantes de Italia, con obras maestras de Caravaggio, Bernini, Tiziano y Rafael.

Entre las joyas de la colección destacan las esculturas de Gian Lorenzo Bernini, como El Rapto de Proserpina, Apolo y Dafne y David, que muestran la maestría del artista en la representación del movimiento y la emoción. También se pueden admirar pinturas icónicas como Joven con cesto de frutas de Caravaggio y El Amor Sagrado y el Amor Profano de Tiziano.

El museo tiene un acceso limitado con reservas anticipadas, lo que permite disfrutar de las obras en un ambiente más íntimo y sin aglomeraciones. Además, sus jardines ofrecen un entorno espectacular para pasear después de la visita.

Para los amantes del arte, la Galería Borghese es una visita obligada en Roma, un lugar donde la belleza y la historia se combinan en un espacio único.

Plaza de España

La Plaza de España es una de las más elegantes y visitadas de Roma, famosa por su majestuosa escalinata que conduce a la Iglesia de Trinità dei Monti. Esta plaza es un punto de encuentro tanto para turistas como para locales, quienes disfrutan del ambiente vibrante de la zona.

La escalinata de 135 peldaños es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad, especialmente en primavera, cuando se llena de flores y se convierte en un escenario espectacular. En la base de la plaza se encuentra la Fuente de la Barcaza, una obra barroca de Pietro Bernini que representa un barco semihundido.

A su alrededor, la Plaza de España está rodeada de tiendas de lujo, cafés históricos y calles emblemáticas como la Via dei Condotti, conocida por albergar boutiques de marcas exclusivas.

Este es un lugar ideal para hacer una pausa, disfrutar de un café y absorber el encanto de Roma. Ya sea de día o iluminada por la noche, la Plaza de España es un destino imprescindible en cualquier recorrido por la Ciudad Eterna.